23 Octubre 2012
Desde siempre las comprobaciones de valores por parte de las distintas administraciones tributarias han sido objeto de polémica y en concreto la falta de motivación en el momento de orquestar el correspondiente expediente ha sido el caballo de batalla, ya que en absoluta indefensión, el contribuyente veía como en base a estudios de mercado, con un origen más que dudoso, se les incrementaban los valores declarados con los correspondientes y nefastos resultados para su bolsillo.